domingo, 5 de septiembre de 2010

Técnica tradicional: Expertos defienden uso del adobe





Técnica tradicional: Expertos defienden uso del adobe 

Este material, muy poco empleado en Chile para la construcción de nuevas viviendas, cuenta con una serie de ventajas que no han sido suficientemente valoradas.




En Chile hablar del adobe como material constructivo es un tema tabú. Mientras en Bolivia o Perú se lo usa hasta para edificar viviendas sociales, en nuestro país quedó relegado a ser una propuesta "alternativa" propia de comunidades ecológicas.

Craso error. Porque al contrario de lo que la mayoría de las personas creen, el adobe como material constructivo no está obsoleto. "Existe un número no menor de inmuebles que están estructurados en este material, los cuales son una muestra viva de que, evaluando sus restricciones y consideraciones específicas, se le puede considerar como un material vigente, ya que aún se encuentra en servicio", dice el constructor civil Francisco Prado García, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile. "Los materiales no son malos en sí, sino que poseen determinadas prestaciones para el uso que se les va a destinar, frente a lo cual debemos tener los ojos bien abiertos".

A juicio del arquitecto José Miguel Miniño, este material no tiene desventajas. "Lo que la opinión pública y, en particular, los ingenieros señalan como desventajas corresponden a condiciones de diseño y uso propias de cualquier material de construcción. Así, por ejemplo, si al hormigón no le damos la dosificación adecuada, no le ponemos la enfierradura que corresponde o lo exigimos más allá de sus capacidades no podrá resistir ni un temblor".



Diversas técnicas

Por eso, dicen, a la hora de utilizar el adobe hay que respetar ciertas reglas de oro y tener claras sus características y restricciones. Así, hay que decir "que el adobe (entendido como ladrillos de masa de barro arcilloso con adición de paja de trigo) no trabaja por resistencia (como lo hacen los materiales modernos), sino por estabilidad, lo cual obliga a espesores de muros apropiados y sistemas de disposición de los ladrillos en forma particular".

Dicen los expertos que también hay que tomar en cuenta que en países sísmicos como el nuestro no es recomendable construir más de 2 o 3 pisos con adobe, y hay que considerar que su solvente natural es el agua. 

Por lo tanto, los edificios de este material deben protegerse adecuadamente de ella.

Cuenta además Francisco Prado que dada la característica de permeabilidad del abobe, se ha demostrado a nivel internacional que resulta nefasto para la durabilidad de éste que se le intervenga con amplios estucos de morteros de cemento, ya que este último impide la respiración del núcleo degradando el material componente. 

Por otro lado, cuando la intervención es local tenemos que el implante sufre tempranos desprendimientos como una costra, ya que la rigidez del mortero de cemento es considerablemente superior a la del adobe dificultando el trabajo conjunto.

Lo importante, dice José Miguel Miniño, es usar cada técnica asociada al adobe, de manera precisa. "Porque hay que saber distinguir y las técnicas existentes son varias: sistema tradicional; tapial; quincha; tabiquería de adobe y madera; empellado, mixtas y otras. Cada una tiene condiciones y características que las hacen más adecuadas para una función u otra, sin que por ello una sea intrínsecamente mejor que la otra. En Chile, por tradición y cultura, el adobe tendido tradicional fue desde la colonia el más usado, por ende el más probado y perfeccionado y ha demostrado un óptimo comportamiento para construcción de viviendas y edificios de uno y dos pisos, que por su altura equivalen a cuatro pisos actuales".

Es hora, dicen, de mirar las ventajas del adobe y dejar de lado los prejuicios. 

"Es un material permeable que permite la reparación del inmueble y su intercambio energético con el exterior. Posee una importante inercia térmica, lo que lo hace más confortable. Esto quiere decir que un recinto estructurado en adobe, en un día caluroso tiende a mantener más estable la temperatura interior en las horas punta y comienza a entregar la energía acumulada durante el día en las horas valle. Lo anterior resulta tremendamente adecuado en zonas de clima extremo, como puede ser el norte de Chile", señala Prado.

Pérdida del oficio

Pero la tarea para recuperar su importancia será ardua. "La nefasta proscripción cultural y legal del material ha significado que el conocimiento de las técnicas de diseño y construcción que tradicionalmente eran traspasadas de padre a hijo o de maestro a ayudante cayeron en desuso y en muchos casos se han ido perdiendo", afirma Miniño.

En Santiago, dice el especialista, hoy es prácticamente imposible encontrar mano de obra calificada para construir en adobe.

"Esta pérdida del conocimiento y la artesanía es de suyo una enorme pérdida cultural y un daño a los más necesitados que hoy no saben cómo levantar un cuarto donde habitar, obligándolos a depender de la autoridad para proveerse una habitación por mínima que sea. Se ha desprestigiado así, fácil y gratuitamente, un material que bien utilizado podría significar más y mejores viviendas para muchas personas".